Desde hace un buen rato que he estado viendo las temporadas de Friends, ayer termine de ver la segunda (me la salte porque no había podido conseguirla) y hubo una cuestión que me llamo la atención.
lunes, agosto 28, 2006
Decisiones
Fin de...
Este fin de semana tenia toda la intención de ir a Mty, pero las cosas no se alinearon correctamente y al final tuve que cancelar los planes. Ni modo, espero que haya otra oportunidad.
miércoles, agosto 23, 2006
Encuentro
Estoy contento, demasiado contento. Ayer volvimos a vernos, platicamos mucho, aclaramos cosas, fijamos expectativas.
lunes, agosto 21, 2006
UpDate
Los días han pasado más rápido de lo que puedo asimilar, en un abrir y cerrar de ojos los eventos para postear se han acumulado tanto como mi ropa sucia.
Entrevista de trabajo la semana pasada, es una decisión difícil, pero hay tiempo para pensarlo. Hay que poner en una balanza lo que hasta el momento he conquistado en mi actual trabajo, lo que tendría que volver a caminar el nuevo, hay que tomar en cuenta que el sueldo es menor, en contrapeso, las prestaciones mayores y las presiones mucho menores, en fin, una decisión muy difícil.
Los fines de semana estoy tomando clases de tenis, mi hermana menor me invito y estoy contento de que hagamos algo juntos, a pesar de que tenemos mucho en común es con quien menos convivo de mis hermanos. El ejercicio me ha caído muy bien, al principio lo resentí, pero era de esperarse, después de años de no practicar ni ejercitarme en nada, mi condición física es muy deplorable, pero ya estoy trabajando en mejorarla.
Diego regresa a la escuela, así que los últimos fines de semana anduve con él en los menesteres correspondientes. Estoy un poco nervioso, va a entrar a una escuela nueva, tendrá nuevos amigos y nuevos maestros. Le he preguntado como se siente y me dice (y lo veo) que bien, sé que también para él es duro esto de la separación pero lo esta tomando muy bien. Realmente me sorprende su grado de madurez.
Desde la semana pasada tuve que mudarme temporalmente con otra de mis hermanas, la casa de mi mamá esta en remodelación y eso incluye la habitación que estoy ocupando actualmente. Por cierto que ya tome una decisión al respecto. Lo que resta del año continuare ahí, sé que ella esta contenta porque ya no esta sola, así que al menos este año viviré con mama, a principios del siguiente año buscare departamento sirve que mientras me voy haciendo de lo indispensable para amueblar el futuro cubil.
Las cosas con Yadira siguen en un estira y afloja con respecto al acuerdo de divorcio. Lo bueno es que las cosas están avanzando los desacuerdos cada vez son menores, espero que ya pronto estemos en condiciones de ponerlo en papel y de esa manera continuar con los tramites.
En el trabajo los pendientes siguen y siguen, mi equipo de trabajo creció, pero no he podido entrenarlos como quisiera, de ahí que han cometido bastantes errores. Los proyectos nuevos también siguen incrementándose y eso deriva en que no tenga tiempo de documentar todas las actividades, en conclusión estoy en el límite de que las cosas salgan de control, pero estoy muy concentrado en que eso no suceda. Hasta el momento ahí la llevamos.
Y finalmente (lo mejor siempre al final) mi amiga nuevamente se puso en contacto conmigo, no nos hemos visto aun. Ninguno de los dos se atreve a dar ese paso, pero por el momento, para mi es suficiente con saber que no me ha olvidado.
Pues hasta aquí las ultimas noticias, nos seguimos leyendo.
jueves, agosto 10, 2006
Abrazos
Venia escuchando en la radio un comentario sobre los abrazos: los tipos de abrazos, los beneficios de los mismos, etc. Y me quede pensando en lo bien que se siente recibir un abrazo sincero.
Particularmente me gustan los abrazos sorpresivos, esos donde llegas por atrás y abrazas (o te abrazan) por la espalda. A mi hijo me gusta abrazarlo de lado, cuando estamos sentados o cuando vamos caminando le paso mi brazo por sus hombros. Curiosamente también es la forma en la que me gusta abrazar a mi mama, supongo que es una manera inconciente de protegerlos.
A mis amigos casi no los abrazo, cuando nos vemos nos damos abrazos sociales, muy rápidos y solo juntando un poco los hombros.
Un abrazo muy rico pero que a la vez es muy incomodo, es cuando estas en la cama con tu pareja, es rico quedarse dormidos abrazos pero francamente es muy incomodo para poder dormir.
Me acorde de otro abrazo muy particular, uno de una persona pequeñita, me gustaba mucho porque su cabeza quedaba a la altura de mi barbilla, de esa manera era inevitable que colocara mi cabeza sobre la de ella. Era como abrazar a una niña y a una mujer al mismo tiempo.
Me hace falta un abrazo sincero, un abrazo fuerte y apretado. Pero solo se quedara en deseo porque la persona que quiero abrazar no me habla…
lunes, agosto 07, 2006
Dar es dar
: )
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Dar Es Dar
Fito Paez
Dar es dar
y no fijarme en ella
y su manera de actuar
Dar es dar
y no decirle a nadie
si quedarse o escapar.
Cuando el mundo te pregunta
del por qué, por qué, por qué, por qué,
por qué das vueltas la rueda
por qué no te detenés,
yo te digo que dar es dar.
Dar es dar
y no marcar las cartas, simplemente dar
dar es dar, y no explicarle a nadie,
no hay nada que explicar.
Hoy los tiempos van a mil
y tu extraño corazón ya no capta como
antes las pulsiones del amor.
Yo te digo que dar es dar,
dar y amar.
Mira nene, hacelo fácil dar es dar
Dar lo que tengo todo me da
da, da, da ,da, da ,da, da,
no cuento el vuelto siempre es de más
da, da, da ,da, da ,da, da
dar es dar,
es solamente una manera de andar
Dar es dar, lo que recibes
es también libertad.
Cuando estoy perdido un poco loco por
ahí, siempre hay alguien con tus ojos,
esperándome hasta el fin
porque dar es dar, dar y amar
Gracias nena por tu vida una vez más
dar es dar
Dar lo que tengo todo me da
da, da, da ,da, da ,da, da
no cuento el vuelto, siempre es de más
da, da, da ,da, da ,da, da
estar de menos o estar de más
da, da, da ,da, da ,da, da
cielo o infierno, lo mismo da
da, da, da, da, da, da, da
Dar es dar, dar es dar
es encontrar en alguien
lo que nunca encontrás.
domingo, agosto 06, 2006
Maldito celular
Tal vez sea tonto de mi parte intentar comunicarme solo a su celular, porque a pesar de que conozco su e-mail, el teléfono de su oficina y sé donde vive, solo he intentado buscarla en su celular; y en el fondo, conozco muy bien la razón: me di cuenta que necesitaba espacio para ella misma, comprendí que dentro de sus prioridades no estaba tener una relación sentimental, no era el momento oportuno para estar juntos y ella lo tiene muy claro.
Quien sabe si alguna vez volvamos a encontrarnos, pero mientras tanto, cuando la extraño mucho y decido enviarle un mensaje, el maldito celular no suena, solo esta ahí con su cruel indiferencia.
P.D. Ambos post, se refieren a la misma persona, pero obviamente las circunstancias son completamente diferentes y el titulo de cada uno de esos blog lo refleja perfectamente.
viernes, agosto 04, 2006
Mi Música
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Pues esa es “mi música” y la pregunta sigue en el aire: ¿se podrá conocer la personalidad de una persona por sus gustos musicales…?
martes, agosto 01, 2006
El factor Dios
A propósito, tengo un post pendiente que no he escrito, hace poco me cuestionaron sobre mi creencia en Dios, yo sé cual es mi postura en relación a ello, tal vez la cuestión más interesante sea si esa persona se a cuestionado ella misma sus creencias.
*****
El factor Dios
Por José Saramago
En algún lugar de la India. Una fila de piezas de artillería en posición. Atado a la boca de cada una de ellas hay un hombre. En primer plano de la fotografía, un oficial británico levanta la espada y va a dar orden de disparar. No disponemos de imágenes del efecto de los disparos, pero hasta la más obtusa de las imaginaciones podrá ver cabezas y troncos dispersos por el campo de tiro, restos sanguinolentos, vísceras, miembros amputados. Los hombres eran rebeldes.
En algún lugar de Angola. Dos soldados portugueses levantan por los brazos a un negro que quizá no esté muerto, otro soldado empuña un machete y se prepara para separar la cabeza del cuerpo. Ésta es la primera fotografía. En la segunda, esta vez hay una segunda fotografía, la cabeza ya ha sido cortada, está clavada en un palo, y los soldados se ríen. El negro era un guerrillero.
En algún lugar de Israel. Mientras algunos soldados israelíes inmovilizan a un palestino, otro militar le parte a martillazos los huesos de la mano derecha. El palestino había tirado piedras. Estados Unidos de América del Norte, ciudad de Nueva York. Dos aviones comerciales norteamericanos, secuestrados por terroristas relacionados con el integrismo islámico, se lanzan contra las torres del World Trade Center y las derriban. Por el mismo procedimiento un tercer avión causa daños enormes en el edificio del Pentágono, sede del poder bélico de Estados Unidos. Los muertos, enterrados entre los escombros, reducidos a migajas, volatilizados, se cuentan por millares.
Por causa y en nombre de Dios es por lo que se ha permitido y justificado todo, principalmente lo peor. Las fotografías de India, de Angola y de Israel nos lanzan el horror a la cara, las víctimas se nos muestran en el mismo momento de la tortura, de la agónica expectativa, de la muerte abyecta. En Nueva York, todo pareció irreal al principio, un episodio repetido y sin novedad de una catástrofe cinematográfica más, realmente arrebatadora por el grado de ilusión conseguido por el técnico de efectos especiales, pero limpio de estertores, de chorros de sangre, de carnes aplastadas, de huesos triturados, de mierda.
El horror, escondido como un animal inmundo, esperó a que saliésemos de la estupefacción para saltarnos a la garganta. El horror dijo por primera vez "aquí estoy" cuando aquellas personas se lanzaron al vacío como si acabasen de escoger una muerte que fuese suya. Ahora, el horror aparecerá a cada instante al remover una piedra, un trozo de pared, una chapa de aluminio retorcida, y será una cabeza irreconocible, un brazo, una pierna, un abdomen deshecho, un tórax aplastado. Pero hasta esto mismo es repetitivo y monótono, en cierto modo ya conocido por las imágenes que nos llegaron de aquella Ruanda de-un-millón-de-muertos, de aquel Vietnam cocido a napalm, de aquellas ejecuciones en estadios llenos de gente, de aquellos linchamientos y apaleamientos, de aquellos soldados iraquíes sepultados vivos bajo toneladas de arena, de aquellas bombas atómicas que arrasaron y calcinaron Hiroshima y Nagasaki, de aquellos crematorios nazis vomitando cenizas, de aquellos camiones para retirar cadáveres como si se tratase de basura.
Siempre tendremos que morir de algo, pero ya se ha perdido la cuenta de los seres humanos muertos de las peores maneras que los humanos han sido capaces de inventar. Una de ellas, la más criminal, la más absurda, la que más ofende a la simple razón, es aquella que, desde el principio de los tiempos y de las civilizaciones, manda matar en nombre de Dios. Ya se ha dicho que las religiones, todas ellas, sin excepción, nunca han servido para aproximar y congraciar a los hombres; que, por el contrario, han sido y siguen siendo causa de sufrimientos inenarrables, de matanzas, de monstruosas violencias físicas y espirituales que constituyen uno de los más tenebrosos capítulos de la miserable historia humana.
Al menos en señal de respeto por la vida, deberíamos tener el valor de proclamar en todas las circunstancias esta verdad evidente y demostrable, pero la mayoría de los creyentes de cualquier religión no sólo fingen ignorarlo, sino que se yerguen iracundos e intolerantes contra aquellos para quienes Dios no es más que un nombre, nada más que un nombre, el nombre que, por miedo a morir, le pusimos un día y que vendría a dificultar nuestro paso a una humanización real. A cambio nos prometía paraísos y nos amenazaba con infiernos, tan falsos los unos como los otros, insultos descarados a una inteligencia y a un sentido común que tanto trabajo nos costó conseguir. Dice Nietzsche que todo estaría permitido si Dios no existiese, y yo respondo que precisamente por causa y en nombre de Dios es por lo que se ha permitido y justificado todo, principalmente lo peor, principalmente lo más horrendo y cruel.
Durante siglos, la Inquisición fue, también, como hoy los talibanes, una organización terrorista dedicada a interpretar perversamente textos sagrados que deberían merecer el respeto de quien en ellos decía creer, un monstruoso connubio pactado entre la Religión y el Estado contra la libertad de conciencia y contra el más humano de los derechos: el derecho a decir no, el derecho a la herejía, el derecho a escoger otra cosa, que sólo eso es lo que la palabra herejía significa.
La inquisición fue, también como hoy los talibanes, una organización terrorista dedicada a interpretar perversamente textos sagrados. Y, con todo, Dios es inocente. Inocente como algo que no existe, que no ha existido ni existirá nunca, inocente de haber creado un universo entero para poner en él seres capaces de cometer los mayores crímenes para luego justificarlos diciendo que son celebraciones de su poder y de su gloria, mientras los muertos se van acumulando, éstos de las torres gemelas de Nueva York, y todos los demás que, en nombre de un Dios convertido en asesino por la voluntad y por la acción de los hombres, han cubierto e insisten en cubrir de terror y de sangre las páginas de la Historia. Los dioses, pienso yo, sólo existen en el cerebro humano, prosperan o se deterioran dentro del mismo universo que los ha inventado, pero el "factor Dios", ése, está presente en la vida como si efectivamente fuese dueño y señor de ella. No es un dios, sino el "factor Dios" el que se exhibe en los billetes de dólar y se muestra en los carteles que piden para América (la de Estados Unidos, no la otra...) la bendición divina. Y fue en el "factor Dios" en lo que se transformó el dios islámico que lanzó contra las torres del World Trade Center los aviones de la revuelta contra los desprecios y de la venganza contra las humillaciones. Se dirá que un dios se dedicó a sembrar vientos y que otro dios responde ahora con tempestades. Es posible, y quizá sea cierto. Pero no han sido ellos, pobres dioses sin culpa, ha sido el "factor Dios", ése que es terriblemente igual en todos los seres humanos donde quiera que estén y sea cual sea la religión que profesen, ése que ha intoxicado el pensamiento y abierto las puertas a las intolerancias más sórdidas, ése que no respeta sino aquello en lo que manda creer, el que después de presumir de haber hecho de la bestia un hombre acabó por hacer del hombre una bestia.
Al lector creyente (de cualquier creencia...) que haya conseguido soportar la repugnancia que probablemente le inspiren estas palabras, no le pido que se pase al ateísmo de quien las ha escrito. Simplemente le ruego que comprenda, con el sentimiento, si no puede ser con la razón, que, si hay Dios, hay un solo Dios, y que, en su relación con él, lo que menos importa es el nombre que le han enseñado a darle. Y que desconfíe del "factor Dios". No le faltan enemigos al espíritu humano, mas ese es uno de los más pertinaces y corrosivos. Como ha quedado demostrado y desgraciadamente seguirá demostrándose.