FIL

Ya estoy de regreso de mis vacaciones express, a pesar de haber tenido muy poco tiempo para planear las cosas, todo salio muy bien.

El miércoles vine a la oficina medio día y de aquí me fui al WTC para tomar el transporte que te lleva al aeropuerto de Toluca, momentos de tensión porque al estar ahí me entere de que había una manifestación a la altura de la marquesa y el trafico era un caos, intente cambiar el vuelo pero el siguiente era hasta las 19:00 y ya no me convenía porque el evento de Saramago comenzaba a las 20:00, me la jugué y confirme itinerario, la providencia estuvo de mi lado, llegue 15 minutos antes de las 17:00 al aeropuerto y como no registre equipaje pase el control sin ningún problema. Ya estando en Gdl aborde un taxi y le pedí que me llevara al hotel que había reservado pero en el camino encontramos mucho trafico y mejor le dije me dejara en el centro, de ahí busque un hotel cerca del teatro, me di una ducha rapidísima y me dispuse a salir a evento. Deje mi cartera solo agarre algo de dinero en efectivo, identificación y contraseña para recoger el boleto. Al momento de ir llegando a las taquillas las localidades de habían agotado, muchos se quedaron con las ganas.

Ya adentro el lugar abarrotado, varias caras conocidas, entre ellas Diego Luna, la mamá de Gael, bastantes extranjeros, etc. Y comenzó la función: “Al día siguiente no murió nadie” era la voz de Saramago, así daba inicio a la lectura de su libro (el libro comienza con esa frase), después se escucha la voz de Gael y unos momentos más tarde hace acto de presencia caminando y leyendo a la vez. El escenario es austero y a la vez contrastante, predomina el color rojo, en un sillón Saramago y a un lado de él su perro tendido a sus pies, parece que el perro esta acostumbrado al escenario no esta nervioso y ni siquiera parece notar que esta ahí enfrente de un teatro lleno. Una chelista (Pilar Pellicer) acompaña la lectura con algunos acordes que le dan un toque dramático al asunto. Gael se equivoca en varias ocasiones, pero eso no importa, lo que importa es el contenido de lo que lee, Saramago en cambio –y a pesar de estar leyendo en español- no titubea, pero claro, seria difícil que siendo él el autor se equivocara en la lectura. Transcurre mas o menos una hora y todo finaliza con la voz de Saramago: “Al día siguiente no murió nadie”. Grandes ovaciones, Gael y Saramago se abrazan, Gael pasa al frente y recibe su dotación de aplausos, toca el turno a Saramago, pasa el frente y el publico se pone (nos ponemos) de pie. Francamente me sorprendió esa respuesta, porque era notorio (o al menos eso pensé) que mucha gente solo iba a ver a Gael (había muchísimas mujeres jóvenes) pero el reconocimiento fue indudablemente para Saramago, me dio mucha alegría sin lugar a dudas el señor se lo merece. Saliendo del teatro la noche estaba muy agradable, me dispongo a caminar rumbo al centro en busca de un lugar agradable para cenar. La caminata me sirvió para saborear aun más el espectáculo que acababa de presenciar.

Al otro día un buen desayuno, sabia que me esperaba una jornada muy larga. Después de haber visitado la catedral y haber pedido informes para llegar y salir de la FIL me puse en camino. Llegue a medio día a la feria, de entrada un mar de gente, muchas escuelas de visita obligatoria, lo primero que hice fue buscar donde dejar mi maleta, curioso pero no tienen un lugar para depositar paquetes, así que anduve cargando con ella todo el recorrido (lo que me consolaba era que no era el único en la misma situación). Fui a pedir un croquis y comencé a caminar, después que me “aclimate” comencé a ver que actividades había así que me fui organizando para aprovechar completo el recorrido, fui a dos presentaciones de libros, me firmaron tres títulos, conocí algunos escritores, la comida buena (esta muy organizada esa parte). Al final había concierto en la explanada principal, comenzaba a las 21:00 y mi transporte salía a las 22:15 muy cerca de ahí así que pude quedarme la mitad del espectáculo (un grupo de flamenco). Sobre la FIL puedo decir que no me decepciono en absoluto, supongo que cobrara aun más relevancia con el tiempo.

Pues esa es la crónica de mi viaje relámpago a la FIL de Guadalajara.