Tenía pensado escribir un post en donde quería dejar asentado que no soy un workaholic –adicto al trabajo-, que yo no trabajo tanto solo por gusto, si no porque el trabajo lo exige, la responsabilidad que tengo de mi área no me permite darme un respiro y bla bla bla. Tenía la idea (errónea) de que un workaholic lo era por gusto. Antes de escribir esto me puse a leer un poco en Internet para buscar una definición de la palabra y me encuentro que lo primero que hace un workaholic es negar que lo es… y de ahí comencé a ver mas síntomas y juro que casi lloro, yo siempre había pensado que tenia controlado el trabajo pero ahora me doy cuenta que no es así.
Pero después de este tropiezo, también reconozco que ahora me preocupo por que mí tiempo no lo consuma mayoritariamente el trabajo, trato de apoyarme cada vez más en mi equipo, ahora cuento con 6 personas y en un par de semanas tendré 8 personas bajo mi cargo. Voy a tener que buscar un punto medio, porque personalmente no me gusta exigir a mi gente que trabaje fuera de las horas de oficina y por ello muchas veces yo tengo que hacer las cosas, pero ni modo, también les tocara a ellos de vez en cuando, la otra parte será organizar las cosas de tal manera que el trabajo sea resuelto en las horas de oficina. Me espera un periodo fuerte, donde debo de poner control e irme separando poco a poco de esta adicción que definitivamente no me llevara a nada bueno.
Nota: al estar escribiendo este post estoy viendo el programa de Deniss Merker, las imágenes son perturbadoras, las entrevistas me causan irritación, dolor, pena. Que va a pasar con Oaxaca, que va a pasar con los movimientos sociales. Que va a pasar con la gobernabilidad. Es un asunto muy polémico y muy confuso. No hay que quitar la atención en lo que ahí esta pasando, pero sobre todo, no debemos ser indiferentes ante los problemas que se están suscitando.
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